La semana trágica de Barcelona

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En España, durante el reinado de Alfonso XIII el Gobierno de España, Presidido desde el 21 de Abril de 1907, por Antonio Maura, del Partido Conservador, que con su política rayando los límites de la derecha radical, poco a poco va despertando entre el Pueblo un sentimiento de descontento y desconfianza, del que comienzan a surgir unos incipientes brotes reivindicativos, entre la clase Obrera, para hacer frente a las rivalidades de los grupos políticos, que alternativamente se disputaban el poder, puesto que las elecciones siempre se efectuaban totalmente controladas por el “caciquismo” antiguo sistema electoral en el que por adelantado se conocía la facción o partido político que saldría vencedor.

Alfonso XIII, Antonio Maura y Francesc Cambó

En las elecciones que se efectuaron en Catalunya, en el año 1907, el partido vencedor fue el representativo de la burguesía nacionalista, llamado SOLIDARIDAD CATALANA, de Franceç Cambó, al obtener 41 de los 44 Diputados posibles, frente a su oponente del Partido Republicano Radical, Alejandro Lerroux, que solo logro sacar 3.

En aquellos años la clase obrera comienza a reaccionar ante los abusos de los patrones, y gracias a las noticias que llegaban a España, de las corrientes comunistas, libertarias, y ácratas, provenientes del norte de Europa, el descontento popular, cada día iba en aumento, haciéndose más patente principalmente en las zonas más industrializadas, como ocurría en Barcelona, ciudad en la que se crea el histórico sindicato SOLIDARIDAD OBRERA, de ideas izquierdistas y libertarias, que en cierto modo se convirtió en artífice de los graves sucesos ocurridos, durante La Semana Trágica de Barcelona, que por medio de estas letras pretendo

Para la historia, este trágico suceso, creo que erróneamente atribuido al llamado Movimiento Obrero seguramente p0r ser en mayor parte el proletariado, y principalmente el proveniente de la inmigración, el principal actor entre las fuerzas populares en rebelión, los que intervinieron en esta gran revuelta y amotinamiento civil, al defender el rechazo a la declaración de una nueva guerra, a sabiendas de que los únicos que la iban a padecer, era la clase obrera gracias a las Leyes en vigor sobre las Cajas de Reclutamiento obligatorio de personal civil para prestar el Servicio Militar, en el Ejército de España.

Estas Leyes permitían que los mozos llamados a filas, eludieran el deber de ingresar en el Ejército, a cambio de abonar la cantidad de 6.000.- reales de la época, (unas 1.500 de las antiguas pesetas o traducido a la moneda actual, 9 Euros.), pero también hay que tener en cuenta que en aquellos tiempos, el jornal medio diario de un obrero ascendía a 10 reales, (equivalentes a 2’50 pesetas, o 0’02 Euros).

Como es natural estas Leyes estaban hechas por y para la burguesía, puesto que solo podían beneficiarse de ellas los hijos de las Familias adineradas, no siendo este el caso de la clase obrera, que bastante hacia con mal sobrevivir.

En Melilla, el 9 de Julio de 1909, un grupo obreros españoles que trabajaban en el trazado de una vía ferroviaria para el transporte minero, que debía unir el Puerto de Melilla, con las minas de Beni-Biufur, Empresa Minera, propiedad del Conde de Romanones, en Sociedad con el Marqués de Comillas, fueron atacados por un grupo armado de cabileños, acto que propició el inicio de la llamada Guerra de Afríca, que después como es sabido, tuvo una larga duración pues este conflicto no vio su fin hasta el año 1927.

El Gobierno de España, declaró el estado de guerra para acudir en ayuda de las unidades del Ejército destacadas en el Protectorado de Marruecos, decretando el reclutamiento obligatorio de reservistas, y organizando el primer embarque de tropas desde el Puerto de Barcelona, previsto para el domingo 18 de Julio de 1909. Al acto de Despedida de las tropas, asistieron varias damas de la alta burguesía barcelonesa, con la intención de obsequiar a los soldados que partían con escapularios, medallas y tabaco, lo que causó graves disturbios entre el público asistente a aquella despedida.

El Gobernador Civil de Barcelona, Ángel Ossorio i Gallardo, presentó la dimisión de su Cargo por su negativa a declarar el estado de guerra en Barcelona a pesar de la gravedad de los tumultos que iban en aumento día a día. El Gobierno Central, nombra para este Cargo, al abogado valenciano Evaristo Crespo Azorín.

En Madrid se acuerda declarar una Jornada de Huelga General en toda España, para el día 2 de Agosto, pero sorpresivamente el Sindicato Solidaridad Obrera, se adelanta y proclama la jornada de huelga general, en protesta por la declaración de la guerra en el Protectorado de Marruecos, para el Lunes 26 de Julio de 1909 que fue seguida masivamente en las Ciudades de Barcelona, Sabadell, Tarrasa, Mataró, Granollers, y Sitges, creándose al mismo tiempo un Comité de Huelga para coordinar las actividades a realizar, hecho que motivó la salida del Ejército a las calles en prevención de los posibles altercados que pudieran ocurrir pero la salida de las tropas a las calles tuvo una agradable acogida por parte del Pueblo, que lo acogió con grandes muestras de simpatía y respeto, aplaudiendo, y gritando ¡¡Vivas al Ejército Español!! Por lo que en ningún momento fue

Ángel Ossorio i Gallardo, Llegada a Barcelona del Nuevo Gobernador y Evaristo Crespo Azorín.

necesaria su intervención en los pocos incidentes que aquella jornada tuvieron lugar, resultando una jornada de huelga general pacifica.

El Martes día 27 de Julio, Por desgracia amaneció con la llegada de nuevas y dolorosas noticias del frente de Marruecos, y más concretamente del Barranco del Lobo en el monte Gurugú, lugar en el que en una emboscada tendida por las hordas de las cavilas del Riff, se calcula que perdieron la vida entre 200 y 300 soldados de la expedición que había salido de Barcelona el día 18 de Julio anterior.

El descontento y la ira entre la gente, lógicamente iba aumentando conforme iban llegando las funestas noticias del frente lo que dio lugar a la insurrección del pueblo ante las Fuerzas de Seguridad y el Ejercito, levantando barricadas por las calles y cometiendo toda clase de actos vandálicos, pero contrariamente a lo que se esperaba, en muy pocas ocasiones estos actos fueron en contra de las industrias o sus Patronos.

El Comité de Huelga, se vio desbordado por la crudeza de las acciones violentas, y con los incendios, y saqueos de las Iglesias y Conventos, a los que las facciones del proletariado mas libertario y anarquista, culpaba de controlar e impedir la educación laica en las escuelas públicas y la asistencia sanitaria en los hospitales a la clase obrera, razón por la cual se llegaron a cometer toda clase de atropellos, vejaciones y asesinatos en contra del Clero.

A medida del paso de las horas, y la continua llegada de nuevas noticias del frente, los ánimos de los huelguistas amotinados, en las inmediaciones de las Ramblas, suenan los primeros disparos, circunstancia que aprovecha el Ejército, para abandonar su actitud pasiva, ante los insurrectos.

En consecuencia de la insurrección del Pueblo, el Gobierno de Antonio Maura, decretó para toda España la Ley Marcial, llegando a suprimir por decreto los sindicatos de Catalunya, al mismo tiempo que se suprimía la publicación de toda clase de periódicos y revistas de ideas contrarias al Gobierno.

El miércoles 28 de julio, El horizonte que se divisaba sobre la Ciudad de Barcelona, estaba plagado de inmensas columnas de humo procedentes de los incendios provocados en la mayoría de edificios religiosos de la ciudad, por lo que resultaba cada vez más imposible el amortiguar el encono i la ira anticlerical que se había desatado, entre el proletariado en su mayor parte de tendencias libertarias y republicanas.

Al mismo tiempo las barricadas en las calles seguían aumentando, por temor a la intervención de las fuerzas del Ejército que permanecía en las calles a la espera de una pronta solución al problema que se había creado.

Barricadas urbanas

Unido a violenta revuelta y amotinamiento de la población, el Gobierno se encuentra con la negativa de las Fuerzas de Seguridad, a intervenir en el conflicto, al considerar a los amotinados como a sus propios Compañeros, ya que el Pueblo en su inmensa mayoría proclamaba el no a una guerra, que el Gobierno de Madrid, por sus propios intereses particulares había declarado.

El jueves 29 de julio, El Comité de Huelga, ante la magnitud de los acontecimientos, se encuentra falto de ideas para contener la huelga o encontrar una posible salida favorable al grave conflicto, la convocatoria a la huelga había provocado.


Mientras tanto, se permanecía a la espera de que la revuelta popular, se extendiera por toda la Península, cosa que solapadamente impidió el Gobierno de Maura, al aislar la capital catalana, mediante la difusión de varios comunicados diciendo que todo lo ocurrido en Barcelona, estaba ocasionado por motivos de ideas separatistas.

Este mismo día, llegan a Barcelona refuerzos del Ejército, procedentes de Valencia, Zaragoza, Burgos y Pamplona, que se despliegan y ocupan militarmente, los puntos más estratégicos de la Ciudad.

Entre el Viernes 30, y el sábado 31 de julio, Las fuerzas del Ejército, reducen la revuelta y domina la caótica situación al eliminar los últimos focos de la insurrección civil.

El balance de esta trágica semana, de violentos disturbios, se puede enumerar en 78 muertos, 75 de ellos de personal civil y 3 militares, además de medio millar de heridos de diversa consideración. 112 edificios incendiados de los que 80 eran religiosos.

Ferrer i Guardia

El mismo sábado día 31 de Julio, el Gobierno de Maura, a su Ministro de la Gobernación, Juan de la Cierva y Peñafiel una fuerte represión que se efectúa arbitrariamente en la que se detuvieron a varios miles de ciudadanos de los que fueron procesados 2000, resultando 175 penas de destierro, 59 penas de cadena perpetua, y 5 penas de muerte por fusilamiento. También fueron clausurados los sindicatos y las escuelas laicas.

Los 5 reos condenados a muerte, entre los que se encontraba Franceç Ferrer i Guardia Fundador de la Escuela Moderna, de ideas liberales, que fue acusado de instigar la revuelta, solamente basándose en una carta remitida por los Prelados de Barcelona, lógicamente contrarios a las ideas libertarias. Todos Ellos, fueron pasados por las Armas en el Castillo de Montjuich, el 13 de Octubre de 1909.

Estos fusilamientos, para vergüenza de la Corona de España, causaron un gran malestar, en toda España y Europa, llegando a crear una fuerte alarma a la Casa Real, por lo que el Rey Alfonso XIII, tomó la decisión de cesar a Maura fulminantemente de sus funciones, como Jefe del Gabinete del Gobierno, para las que nombró como sustituto al Liberal, Segismundo Moret.



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